100 años en clave de mujer

Retomamos de nuevo el arte literario que nos reúne cada jueves acompañados de un magnífico viaje fotográfico por tierras francesas.

Ayer, 8 de marzo de 2012,  conmemoramos el 101 cumpleaños del Día Internacional de la Mujer, una fecha dedicada a las mujeres corrientes como artífices de la historia.;Un reconocimiento de su papel fundamental y su contribución en la lucha por la igualdad, la libertad, la justicia y el desarrollo íntegro como persona.

Es el día de esas mujeres que un buen día decidieron entrar en coto tradicionalmente masculino y convertirse en profesionales de un sector en el que hasta entonces apenas habíamos tenido acceso. Es el día de las mujeres taxistas, bombero, piloto de aerolínea comercial, oficial del Ejército del Aire, médicos, Ingenieras de Caminos, periodista de conflictos bélicos, empresarias…

Es el día de las que no ejercen en un ámbito profesional con visibilidad pública pero que luchan diariamente en casas, oficinas, bares, centros comerciales, supermercados u hospitales.

Es el día también de las mujeres rurales. Precisamente por ello, las Naciones Unidas ha querido dedicar su lema a aquellas mujeres campesinas que representan un papel fundamental en las economías tanto de los países en desarrollo como de los desarrollados contribuyendo al progreso agrícola, a la mejora de la seguridad alimentaría y a la reducción de los niveles de pobreza en sus comunidades.Hemos permanecido ocultas como la Gioconda madrileña pero fijaos que tesoro….Tenemos que sentirnos afortunadas por todo lo que ya hemos logrado y por lo que nos queda por conseguir.

Muchas son también las mujeres de la historia que además tuvieron un papel relevante en nuestra ciudad. Isabel de Castilla, en su encuentro con Colón; Catalina de Aragón, la reina de Inglaterra que vio nacer los muros del Palacio Arzobispal; Santa Teresa de Jesús y entre otros ejemplos, la primera mujer que obtiene un doctorado en la Universidad: Maria Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda. También, grandes mujeres en la historia del mundo como la reina faraón Hatsheptsut, Hipatia de Alejandría, Madre Teresa de Calcuta, Juana de Arco, Frida Kahlo, Marie Curie...

Y que decir de las célebres escritoras de la literatura: Emilia Pardo Bazán, Gloria Fuertes, Virginia Wolf, Carmen Martín Gaite, Agatha Christie, Jane Austen, Ana María Matute… Innumerables son los relatos del mundo e innumerables también sus artífices.

Ayer, 8 de marzo, rendimos un homenaje a la figura de la mujer a través de los versos y escritos de mujeres. Y lo hicimos con la más universal y a la vez, desconocida de las gallegas, Rosalía de Castro en el 175 aniversario de su nacimiento.

Su obra narrativa y poética, escrita casi en su totalidad en castellano, estuvo caracterizada por su condición de hija de soltera (y de un sacerdote) y por ser escritora en el siglo XIX, un oficio no bien visto para una mujer. En numerosas ocasiones fue incluso acusada de no ser ella la que escribía. "Se dice muy corrientemente que mi marido trabaja sin cesar para hacerme inmortal", plasmó en 'Carta a Eduarda'.

Sus personajes femeninos se dividen, de forma general, en dos grandes perfiles: las mujeres sometidas y aquéllas que intentan revelarse. Su obra prosística es un alegato a favor de la educación femenina y un manifiesto reivindicativo del papel de la mujer en la sociedad.

Una relación basada en el respeto mutuo. De una u otra manera, todas hemos traspasado ya la línea. Pero aún tenemos que seguir caminando. Todavía nos quedan peldaños por subir y cotas que alcanzar. Por eso, todos los días son 8 de marzo.

Va por nosotras, queridas.